Prima lezione alla scuola di italiano»

Es lunes por la mañana en una pequeña escuela de idiomas de Bolonia. En un aula luminosa, varios estudiantes llegan a su primera clase de italiano y se sienten nerviosos. La profesora, Maria, entra con una sonrisa, les da la bienvenida y explica que, desde ese momento, solo hablarán italiano. Para empezar, propone una actividad sencilla: cada persona se presenta diciendo su nombre, de dónde viene, su edad, qué hace y por qué quiere aprender italiano.

A través de estas presentaciones conocemos a Anna, una enfermera polaca que adora el cine italiano; a David, un desarrollador canadiense con novia italiana; a Sofia, una estudiante española de Historia que sueña con vivir en Roma; a Kenji, japonés y amante de la comida italiana; y a Emma, neerlandesa apasionada por el arte italiano. Mientras hablan, cometen errores, pero Maria les recuerda que equivocarse es normal y que se aprende precisamente así. Poco a poco el ambiente se relaja, los estudiantes se sonríen entre sí y sienten que están empezando juntos un viaje muy bonito.